El anfiteatro romano de Purpan es el único monumento del Toulouse antiguo que se puede ver en su totalidad. Fue construido a mediados del siglo I de nuestra era. Hasta finales del siglo IV era el marco idóneo para asistir a juegos de gladiadores.
Es cierto que sólo quedan algunos vestigios pero se adivina perfectamente la arena central.
En cuanto a las termas y la piscina de Ancely, el acceso se encuentra en los bajos de unos edificios de la ciudad. La piscina, de 13 m x 19 m, estaba reservada a la natación. Estos vestigios romanos son los más insólitos de la ciudad.
Hay visitas organizadas y comentadas por el museo Saint-Raymond que permiten comprender la importancia de estos vestigios de la Antigüedad.
