Notre-Dame-de-la-Daurade, a orillas del Garona, venera una Virgen Negra que suelen vestir de manera lujosa grandes modistos. Entre otros, Christian Lacroix, Jean-Charles de Castelbajac.
Se construyó en el siglo V sobre las ruinas de un templo. La decoración interior hecha de mosaicos cubiertos de panes de oro explica su nombre de “Dorada”. Durante el siglo IX fue parte de un monasterio benedictino y ampliada con una nueva nave y un claustro donde hoy está la Escuela de Bellas Artes.
La iglesia fue destruida a finales del siglo XVIII y luego totalmente reconstruida.
Se la llama también Nuestra Señora de la Negra por tener una Virgen Negra, patrona de la ciudad y de las futuras mamás.
Comentario: Todos los días de 9h a 18h.