Es un lugar totalmente insólito. Esta torre de agua de ladrillo del siglo XIX se encuentra a orillas del río Garona. En su tiempo abastecía agua a 90 fuentes. Todavía se puede ver el antiguo dispositivo hidráulico: una rueda de paletas que es todo un encanto verla hoy.
Desde 1974 el fotógrafo tolosano Jean Dieuzaide la ha transformado en galería de arte. Se han expuesto obras de más de 400 artistas entre los cuales Doisneau, que tuvo el privilegio de ser el primero. Todos los años se organizan una decena de exposiciones en el marco de una programación equilibrada entre los grandes nombres de la fotografía y los fotógrafos en ciernes, lo que refuerza su cariz internacional.
