
Qué ver y qué hacer en Toulouse
Lo fundamental
A Toulouse se la llama la “Ciudad Rosa” por sus ladrillos. En la región se denomina “foraine” y es una tradición muy antigua que ha llegado hasta hoy. Las fachadas están cubiertas de colores cálidos que van desde un rosa pálido hasta un naranja intenso.
No hay que olvidar que para conocer la riqueza cultural de la ciudad hay que entrar en uno de sus museos y descubrir sus bellas colecciones de arte clásico y medieval, cuando no son obras contemporáneas.

El Capitole
Es el edificio más representativo de la Ciudad Rosa. Está en la plaza del Capitole desde el siglo XVIII. En él se encuentran el Ayuntamiento y el teatro del Capitole. Tras el pórtico central tenemos el patio de Enrique IV.
En la primera planta vemos las salas de gala entre las que se encuentra la Sala de los Ilustres, amplia galería de espejos cuyas pinturas nos cuentan la historia de Toulouse.

La basílica de Saint-Sernin
Es una basílica de piedra y ladrillo del siglo XI, el edificio románico más amplio de Occidente. Fue y es una etapa primordial del Camino de Santiago y es patrimonio mundial de la Unesco.
Tiene un gran campanario octogonal. Admire su inmensa nave abovedada y su cripta con numerosas reliquias. Entre ellas se hallan las de san Sernin, obispo mártir del siglo III al que se debe su nombre.

Convento de los Jacobinos
Lo primordial del edificio, que encantará al visitante, es su magnífica bóveda en forma de palmera. En su iglesia de doble nave con decoración pintada y magníficas vidrieras encontramos las reliquias de Santo Tomás de Aquino. El claustro del convento es un remanso de paz. En él se organizan a menudo conciertos y exposiciones.
Este conjunto, joya del arte gótico medieval, fue construido en los siglos XIII y XIV por los frailes dominicos.

El palacete de Assézat
En el Renacimiento, la ciudad se enriqueció con el comercio del glasto lo que impulsó la construcción de bellas mansiones entre las que se encuentra el palacete de Assézat.
El majestuoso patio central sirve de marco a dos fachadas unidas por la torre escalera con columnas antiguas. Nicolas Bachelier, su arquitecto, trabajó para otras familias de Toulouse. El edificio fue donado a la ciudad de Toulouse en 1895. Hoy es sede de academias y sociedades científicas entre las que se encuentra la de los Juegos Florales que data de 1323.

El Canal du Midi
La ciudad está surcada por canales. El Canal du Midi, el Banal de Brienne y el Canal lateral del Garona. El Canal du Midi está inscrito en el patrimonio mundial de la Unesco y enlaza Toulouse al Mediterráneo. Fue construido bajo el reinado de Luís XIV por Pierre-Paul Riquet y fue completado en el siglo XIX por el Canal lateral del Garona para navegar hacia el Atlántico. Todas estas vías se pueden descubrir a pie, en bici, e incluso en barco.
En verano es delicioso disfrutar de la calma y el frescor del agua y sus alamedas de plátanos.

Las orillas del Garona
Uno de los más hermosos panoramas de la ciudad, junto con la vista que se divisa desde el Pont Neuf, el Hôtel-Dieu Saint-Jacques, la cúpula de la Grave, y el río Garona.
Pasear o tomar el sol, en pleno centro de la ciudad. Disfrute de las orillas del río en el paseo Henri-Martin y la plaza de la Daurade.