Notre-Dame-de-la-Dalbade está en el barrio de Carmes. Su curiosa fachada presenta una gran paleta de colores que contrasta con el nombre de la iglesia que significa “la blanca”.
La iglesia fue construida en el siglo VI y reconstruida por completo en el XV tras un incendio. Antiguamente estaba encalada lo que le daba un aspecto inmaculado en honor a la Virgen. Hoy el blanco se ha sustituido por el rojo del ladrillo de la fachada pero el interior sigue teniendo el color inicial.
Su campanario, con sus 91 metros de altura, fue el más alto de la ciudad pero se derrumbó bruscamente en 1926.
A pesar de estos disgustos la iglesia sigue en pie y presenta al visitante su bella fachada renacentista y un magnífico tímpano de cerámica polícroma realizado en 1878 por Gaston Virebent, célebre ceramista que inspiró a Fra Angélico en su Coronación de la Virgen.
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