Paseos patrimoniales - Palacetes
Antes de la Revolución era básicamente la mansión urbana de un personaje importante donde vivía con su familia y servidumbre. Los locales dedicados al servicio estaban en las dependencias: las cuadras y los almacenes a un lado y al otro lo tocante a la alimentación. El visitante admira primero su monumental entrada para llegar a los aposentos privados, pasando, según la época, por la escalera de honor, la sala principal y los salones.
Son más de 200 palacetes o vestigios que van desde la Edad Media hasta principios del siglo XX, incluidos en los Sitios Patrimoniales Primordiales de Toulouse. Surgieron con los capitouls (consejeros municipales) y la alta sociedad mercantil y parlamentaria que contrataron a grandes arquitectos, sobre todo en los siglos XVI y XVII. Tras la Revolución, los artistas y los industriales copiaron el modelo que se convirtió en un patrón para los dueños de bellas mansiones.
Etapas
Philippe de Bonfontan, marqués y capitoul, compró el edificio del n°41 de la calle Croix-Baragnon en 1767. En la parte que da a la calle el palacete presenta una armoniosa fachada neoclásica.
En la fachada principal los tres tramos centrales forman un cuerpo central decorado con ventanas con arco de medio punto en el piso principal. Dicha fachada primorosamente diseñada hasta la cornisa contrasta con la fachada perpendicular, menos decorada puesto que menos visible. El pórtico de entrada está ligeramente descentrado hacia la izquierda. Eso permite al patio formar un rectángulo regular a pesar de lo irregular del solar. Observamos una gran sobriedad, con vanos de arco de medio punto para los almacenes y las cuadras. La terraza, a la izquierda, no constituye un espacio de gala, pero permite conseguir una simetría arquitectónica.