Paseos patrimoniales - Palacetes
Antes de la Revolución era básicamente la mansión urbana de un personaje importante donde vivía con su familia y servidumbre. Los locales dedicados al servicio estaban en las dependencias: las cuadras y los almacenes a un lado y al otro lo tocante a la alimentación. El visitante admira primero su monumental entrada para llegar a los aposentos privados, pasando, según la época, por la escalera de honor, la sala principal y los salones.
Son más de 200 palacetes o vestigios que van desde la Edad Media hasta principios del siglo XX, incluidos en los Sitios Patrimoniales Primordiales de Toulouse. Surgieron con los capitouls (consejeros municipales) y la alta sociedad mercantil y parlamentaria que contrataron a grandes arquitectos, sobre todo en los siglos XVI y XVII. Tras la Revolución, los artistas y los industriales copiaron el modelo que se convirtió en un patrón para los dueños de bellas mansiones.
Etapas
Este palacete fue mandado edificar entre 1493 y 1497 por el mercader Pierre Delfau. Su tienda y su patio interior con la típica escalera son característicos de un palacete tolosano de los siglos XV y XVI.
Como en el palacete de Astorg, aquí también encontramos una tienda en la planta baja y un gran pasillo que lleva a la vivienda. Para entrever ésta hay que acercarse al pórtico conopial del n°20 de la calle de la Bourse. La tienda y el pasillo poseen bóvedas de crucería ; hoy quedan pocos ejemplos así en la arquitectura civil tolosana. En la parte trasera está el patio y las galerías que organizan el resto del edificio en los pisos superiores. Este palacete pasó de propietario en propietario según sus fortunas y sus desgracias como tantos otros palacetes de Toulouse. Uno de sus propietarios fue, por ejemplo, François de Papus, consejero del Parlamento en 1618.