Paseos patrimoniales - Palacetes
Antes de la Revolución era básicamente la mansión urbana de un personaje importante donde vivía con su familia y servidumbre. Los locales dedicados al servicio estaban en las dependencias: las cuadras y los almacenes a un lado y al otro lo tocante a la alimentación. El visitante admira primero su monumental entrada para llegar a los aposentos privados, pasando, según la época, por la escalera de honor, la sala principal y los salones.
Son más de 200 palacetes o vestigios que van desde la Edad Media hasta principios del siglo XX, incluidos en los Sitios Patrimoniales Primordiales de Toulouse. Surgieron con los capitouls (consejeros municipales) y la alta sociedad mercantil y parlamentaria que contrataron a grandes arquitectos, sobre todo en los siglos XVI y XVII. Tras la Revolución, los artistas y los industriales copiaron el modelo que se convirtió en un patrón para los dueños de bellas mansiones.
Etapas
El barón Taylor, dijo en el siglo XIX que este palacete era digno de príncipes. Aquí vivió el negociante Pierre d’Assezat, quien mandó construir una de las más armoniosas mansiones renacentistas. Y la mejor decorada.
Tras varias herencias y con paciencia, compró los solares necesarios para construir su palacete diseñado por el arquitecto Nicolas Bachelier en marzo de 1555. Siguiendo la costumbre tolosana del siglo XVI la torre de escalera lleva a los aposentos principales, aquí en ángulo. La rampa bajo la torre da a las cocinas. Todo ello se completa por dos espacios : una loggia y una galería que sostienen solemnes ménsulas onduladas. Bachelier tomó modelo en Sebastiano Serlio : además de la superposición de órdenes hay que notar el dibujo tripartito de vanos de medio punto del ático, típico del arquitecto. La puerta rematada por un óculo llevaba al despacho del dueño. Hoy es la sala de Juegos Florales.