Paseos patrimoniales - Palacetes
Antes de la Revolución era básicamente la mansión urbana de un personaje importante donde vivía con su familia y servidumbre. Los locales dedicados al servicio estaban en las dependencias: las cuadras y los almacenes a un lado y al otro lo tocante a la alimentación. El visitante admira primero su monumental entrada para llegar a los aposentos privados, pasando, según la época, por la escalera de honor, la sala principal y los salones.
Son más de 200 palacetes o vestigios que van desde la Edad Media hasta principios del siglo XX, incluidos en los Sitios Patrimoniales Primordiales de Toulouse. Surgieron con los capitouls (consejeros municipales) y la alta sociedad mercantil y parlamentaria que contrataron a grandes arquitectos, sobre todo en los siglos XVI y XVII. Tras la Revolución, los artistas y los industriales copiaron el modelo que se convirtió en un patrón para los dueños de bellas mansiones.
Etapas
En el Renacimiento, el palacete fue decorado con detalles de los tratados de arquitectura. En los n°22 y 25 de la calle Dalbade notamos ese fenómeno.
En el n°25, François de Clary, Primer Presidente del Parlamento de Toulouse, añadió al palacete edificado por Nicolas Bachelier una nueva ala que daba a la calle entre 1609 y 1611. El dueño era culto y lo quiso demostrar en la fachada diseñada por Pierre II Sou ron inspirándose de los modelos de Andrés Palladio. Hay también mil detalles sacados de grabados de Jacques Androuet du Cerceau. La decora- ción que da a la calle se remató en el siglo XIX. El parlamentario Gaspard de Molinier hizo lo mismo en el n°22. El portón de su palacete está decorado con un bestiario fantástico jugando con el relieve y los colores. Data de 1556 y se inspira de un modelo de puerta de Sebastiano Serlio, de su Libro Extraordinario publicado cinco años antes.